Hiperplasia Prostática: Tratamiento sin Cirugía

Tratamiento de próstata
Estimado lector interesado en este sitio web. Explicarle a usted qué es el tumor benigno de la glándula de la próstata, creo que no es necesario. El adenoma de la próstata es el tumor benigno que no da a la persona vivir de una forma plena. Si usted comienza a leer este texto, significa que existe una amenaza de que se le produzca, o tal hecho ya le fue diagnosticado a usted o hay alguien en su familia que le tenga. El conjunto de razones, por las cuales se dio lugar la enfermedad, creo, también, usted no está particularmente interesado, ya que nos indica la presencia o la enfermedad misma ya se encuentra presente. Pero de todos modo lo enumero brevemente porque un análisis sin trabajo en ellos puede prevenir un mayor daño, el cual usted deliberadamente o no, pueda con probabilidad ejercer a su organismo. El tumor surge a partir de los músculos y por lo tanto de los espasmos vasculares a los cuales les falta la circulación de la sangre, y de los cambios del funcionamiento del sistema endocrino. De todo esto ya enumerado, a su vez, comienza una larga inflamación en la glándula prostática, después de una minuciosa destrucción, a sí mismo de la inmovilidad de la persona, la gula, como complicación de otras enfermedades, e incluso como un efecto secundario de la medicación. La edad en esta lista la selecciono en un último lugar, y con toda la información ulterior propuesta en este sitio, fundamentaré este hecho. De sus propios pecados y errores no hay que recordarse, no hay necesidad de perjudicar a la conciencia. Pero en su caso – que ganas en los últimos años teniendo este defecto en el actual momento, te aconsejo que lo pienses seriamente.

HPB sintomas

Yo soy de Ucrania. Ahora yo tengo 47 de edad (desde el 2011) y hasta el presente momento no tengo ni la más mínima insinuación del tumor benigno de la próstata, no tengo manifestación de los síntomas de la enfermedad como resultado de nerviosismo, vivo con un tono excelente de energía en el transcurso de cada día, lo que me conlleva a un estilo de vida activa. Los costos que conllevan a la rehabilitación no es nada en comparación con el precio de una sola visita al médico, incluso, al más moderado apetito monetario de los centros médicos. Sí y no hablamos por los gastos que se hacen, sino por la alegría que le daremos a nuestro cuerpo.

Mi estado actual de salud es el resultado total de mis búsquedas, los conocimientos recibidos, su aplicación argumentada.

Pero esto fue en otros tiempos …

Con los problemas de la evacuación urinaria en pocas palabras de orinar me encontré hace más de ocho años atrás. Más tarde comenzaron los dolores sordos en el área de la ingle y los viajes para la ayuda de los especialistas. Durante los tres años y medio ulteriores tuve que encontrarme con los diferentes médicos –urólogos, que después de los análisis obligatorios me constataron en mí, el comienzo de la amenaza de la adenoma (¡¿no sé, si hay en la medicina tal tipo de diagnóstico?!), más tarde apareció la adenoma de la próstata.

Tratamiento de próstata (la búsqueda de métodos)

Después de las visitas, como es dado, yo pasaba a través de un sin número de uso de complejo medicinales súper caros, al principio se producía raramente un corto e insignificante alivio (lo más probable es que yo más me inculcaba, que me producía), y después tragaba pastillas sin ningún resultado, pero siempre ganando los efectos secundarios en forma de interrupciones en el trabajo normal del organismo. Fue bueno que me basto la inteligencia para no utilizar los preparados farmacológicos, de muerte para la salud.

Toda esta pena, de los curanderos se me asociaba en mi conciencia con los enterradores de cementerio, porque ellos tenían dos rasgos comunes. Eran de pocas palabras y muy bastante caros sus servicios. Excepto del recetario, las recomendaciones de cómo vivir con esta enfermedad, nunca las pude recibir de ellos. Después de la visita a los gabinetes me parecía que el voto de silencio era la condición esencial del trabajo de los esculapios, y cada uno de ellos daba a los órganos correspondientes su firma para la no divulgación de cualesquiera noticias e información sobre el tratamiento. Mucho más tarde se hizo claro que todo era mucho más fácil, y por la causa de aquella mudez se producía una estupidez habitual.

Y mientras tanto la enfermedad progresaba, los problemas con la evacuación urinaria (orinar) había pasado ya al termino de veinticuatro horas. La duración del flujo de la orina durante la visita al baño podía durar de 3 a 7 segundos. Para esta salida del flujo a mí me era necesario prepararme para ir al baño más largamente hasta 50 veces al día, hablando más exactamente yo debía que estar dispuesto a él.

Sin perder el ánimo, continuaba buscando el modo más eficaz de la curación, o por lo menos su alivio. La publicidad omnipresente suena, hasta el día de hoy de tales medios de masa. Como – lo que escuche sobre el mecanismo – el aplicador por conducción de calor – el vibro masase de resonancia magnética que es el tratamiento en contra de la inflamación de la próstata, la información era en interrogantes. Turbaba un poco el precio, aunque decían que era el costo neto del fabricante, sin recargo comercial. El coste del aparato casi portátil, simplemente era en aquel tiempo como el gasto por dos televisores surcoreanos de dimensiones medias. La instrucción informaba que es con seguridad un milagro curar la adenoma. Del primer curso de procedimientos nada bueno sentí. El fabricador afirmaba que es necesario ser paciente y no interrumpir el curso. A mediados del segundo curso surgieron ya los dolores serios, y sintiendo el peso suspendido en el fondo de mi propia ingle. Tuve que interrumpir la ejecución sobre él, y el aparato – asesino a sueldo esconderlo de mi mirada (botarlo en aquel entonces era una pena, tanto por el dinero gastado).

El optimismo comenzó a decaérseme, sin embargo, no definitivamente todavía. Mi siguiente adquisición fue pequeña, un armazón metálico de una pirámide (semejanza al modelo egipcio). La descripción de las propiedades prometía en general la curación casi de todas las enfermedades. No espantaba su costo eran casi cuatrocientos dólares americanos. El producto, como a mí es ahora no extraño, embotaba el dolor, pero otro efecto no daba ninguno.

Tuve una tentativa de usar el tratamiento de la bio-ración. La publicidad en la televisión proponía que el encargo y la comunicación se hacían por teléfono. Después de unos minutos de hablar con el experto imaginario del otro lado de la línea, me explicaba específicamente su nivel de profesionalismo, y el costo de los alimentos fortificados, en ese momento llamado «El poder del emperador», que pasaban de los límites de los mil de dólares norteamericanos, en ese momento me sacó del estado de sonambulismo, y con prisa me hizo dar un paso atrás (después los telefonazos, no me dieron tranquilidad por mucho tiempo). En el negocio de esta especie, los caballeros de la industria del especulatismo sobre la pena humana, de ellos el cien por ciento de cientos son especuladores. Tuve que cesar mis búsquedas en esa dirección por su absurdidad.

Iba a donde la abuela (la bruja o la leedora de las cartas)– la persona con dotes extrasensoriales. Ella me dio un poco de agua. Dinero, no tomó mucho. Con su uso, dormía un poco mejor por la noche, pero un poco, pero no por completo, el agua en el grifo no corría, y la abuela vivía muy lejos.

En largas huelgas de hambre sufrí …

Esta es una lista incompleta de mis búsquedas personal.

Yo comencé a comprender que había caído involuntariamente en una especie de receptor gigantesco – distribuidor sin permiso para regresar, donde entran cada segundo millares de hombres. Allí en ellos hay un solo derecho y el deber mismo de la obediencia silenciosa. Fuera de la muchedumbre, en los departamentos numerosos y las células de este establecimiento hay otra casta, donde quien, allí, a los estafadores cuidan, allí los curanderos incapaces graduados y autorizados con el permiso para el lento asesinato, simplemente idiotas, los cuales se consideran los patrones de tu destino. Ellos los jefes, y de mí parte es necesario periódicamente escucharles a cada uno, el marasmo de recomendación, los cuales son insinceros, pero asegúrese de dar las gracias a los patrocinadores y moverse a través del tiempo en un procedimiento similar a la siguiente fase. La salida o la inexistencia (en ello les alegra solamente el encuentro con sus antiguos enfermos dormidos), o la huida.

Y cambiar radicalmente la actitud de los intentos de su curación en mí me produjo desagradable incidente con la manifestación de la indiferencia humana y la codicia excesiva.

Encontrándome otra vez, en el centro privado de diagnóstico, después de la consulta con el urólogo, yo di una partida de análisis. Estando en la cola de espera, de forma inesperada me llamó la atención un anciano (más tarde supe que su edad andaba entre los 84 años). El abuelo fue traído por sus familiares. La persona no escondía sus sufrimientos, después comprendí que él no podía orinar para hacer la entrega de los residuos para los análisis de orina fijado por el médico. La hija instintivamente se movía, sin saber, como ayudar al anciano. Al final, ella llevó al médico al pasillo (un poco más tarde comprendí que el medico era el dueño del negocio). «El especialista» aconsejo de tratar de hacer los mayores esfuerzos posibles y regreso a su gabinete. La avidez de este canalla me absorbió mis nervios, pues lo único que le interesaba era ganarse el dinero de los análisis y él no quería reconocer cuál era su debilidad en conocimientos. Me le acerque a la hija entrada ya en años de este anciano. Y ella me conto que en el hospital no los habían atendido (por causa de que era día festivo) y probablemente, sin haber comprendido, le han aconsejado de ir al centro de diagnóstico privado. Sin saber, cuánto tiempo el anciano no orinaba, le he pedido urgentemente volver a la sala de admisión del hospital, la demora podía ser fatal en cualquier minuto. Era palpable la última fase de la adenoma, hasta yo mismo sabía que esta persona necesita en primer lugar de un drenaje de la vejiga. Tal procedimiento no se hacía en esta policlínica por razón de ausencia de prácticas y de conocimientos. Los beneficios del diagnóstico eran muy grandes, por lo que ellos entregaban de forma irresponsablemente el recetario, para que la gente se mantuviera distraía.

En aquel momento le quería arrancar con todas mis fuerza la mandíbula a este canalla «al businessman de la bata blanca». Apretando con fuerza mis puños, sin histerismo abandone este establecimiento para no crearme así mismo problemas serios.

Al pasar de los años el razonamiento de la persona aumenta y empieza a juzgar de la siguiente manera: Nadie no te propondrá la píldora real de la salud eterna, esta no existe sin cumplidos, el golpe al organismo es puesto esencialmente, ya sea el día de mañana o la siguiente semana mí tumor benigno no desaparecerá, esto no un resfriado. Las consecuencias de las agravaciones pueden hacerme, en el mejor de los casos, de incapaz a un mutilado. En los planes futuros en la espera la mesa de operaciones con todas las complicaciones de todos sus géneros en la actividad vital, no entraban en mis opciones.

En segundo, decidí por mí mismo todo, en contra de las negativas, y eso significa, que yo llegaré a la verdad. Aunque sea muy difícil, pero la enfermedad en mi cuerpo no tiene lugar.

La medicina – es un sistema de conocimientos serio y prácticas científicas, e incluso cuando – hay especialistas altamente profesionales y simplemente buenos, tal diagnóstico para ellos es inabordable. Después de tres pruebas ellos no se ponen en la búsqueda en los cuentos de hadas, yo ya me he hecho mucho más de una decena. Todas estas medidas y las medias medidas con el deseo de aliviar el sufrimiento tenían una sola cosa en común, que son específicamente «diagnosticado» el bolsillo con el propósito de eliminar el máximo de dinero que tiene uno. La sentencia anunciada, y ya bien lo que sé de ella. Sigue siendo muy «poca» – tuve que cancelar por mí mismo. Entendido en el momento en que es necesario sanar, usando las reglas razonables, racionalizadas, pero no con los desastrosos de la sintética de las «drogas», y tampoco en los consultorios médicos de falsas recepciones. Sobre lo que he conocido, he inventado, he probado en sí mismo y he asimilado, como resultado, totalmente me he recuperado de la hiperplasia benigna de próstata, de la que estoy hablando hoy, y al mismo tiempo demuestro todo el método de curación en el sitio que en este momento está viendo y, directamente, en la metodología de tratamiento «Sin adenoma de próstata» https://adenomaprostate.com/es/articles/7. Examínelo detenidamente, estúdielo. Y si tiene ganas de liberarse de esta enfermedad, para usted todo será mucho más fácil, porque los conocimientos concebidos, en general, están ante usted.

Respetuosamente, el autor del sitio, Plotyan Gennadiy Borysovych, 2011